Las mejores regiones francesas para visitar: La Provenza
Te presentamos la selección de Taste France de las mejores regiones francesas para visitar en 2023, una serie que destaca los mejores destinos del país haciendo especial hincapié en la gastronomía. A lo largo de todo el año, el equipo de Taste France te acompañará en una serie de viajes gastronómicos a través de los destinos más impresionantes del país galo, desde los clásicos de hoy y de siempre hasta los rincones menos frecuentados.

No hay ninguna región francesa que encarne mejor el espíritu estival que la Provenza. Famosa por su clima soleado, sus botellas de refrescante rosado y sus impresionantes campos de lavanda que despiertan los sentidos, no es de extrañar que la Provenza sea un destino popular para franceses y turistas por igual. Descubre la región y anímate a incorporar sus especialidades y sabores a tu rutina estival en casa.
La Provenza en pocas palabras
Limitada por el Ródano al oeste e Italia al este, la Provenza es una importante región histórica del sudeste de Francia. Se conoce por albergar los departamentos de Var, Alpes de Alta Provenza y partes de los Alpes Marítimos y Vaucluse, así como su actual capital, Marsella. La región debe su nombre a los romanos, que la bautizaron Provincia Romana.
La Provenza ha estado habitada desde la prehistoria y acogió sucesivamente a los antiguos griegos y romanos. A mediados de la década de 1300, la Provenza saltó a la fama tras el traslado del papado a Aviñón, donde siete papas ejercieron su liderazgo. En esta época, la peste negra asolaba Europa, lo que obligó a numerosas ciudades provenzales a construir murallas y torres en sus perímetros. Durante la Revolución Francesa, la contribución de numerosos voluntarios provenzales llevó a que el nuevo himno nacional de Francia se llamara La Marsellesa.
En la actualidad, la Provenza es una de las regiones más visitadas de toda Francia. Apreciada por sus aguas cristalinas, sus numerosas playas, sus montañas y otras formaciones naturales, la región ofrece un sinfín de oportunidades para disfrutar al aire libre, y para los amantes del buen comer, las opciones son igual de amplias.
Cómo llegar
Desde París, llegar a la Provenza lleva entre dos horas y media y algo menos de cuatro horas en tren de alta velocidad, en función del itinerario (y la estación de llegada). Los trenes TGV a Aviñón solo tardan unas dos horas y media, mientras que los trenes de alta velocidad a Marsella tardan entre algo más de tres y casi cuatro horas. Marsella y Niza también albergan pequeños aeropuertos, conectados con vuelos directos con diversas grandes ciudades europeas.
Especialidades gastronómicas
Aunque la Provenza y el rosado van de la mano, la región también se conoce por sus vinos blancos frescos, así como por sus deliciosos ensamblajes de tintos, con más cuerpo. Las variedades de uva más populares en Provenza son la rolle (vermentino), la garnacha blanca y la clairette blanche (blancas) y la mourvèdre, la syrah, la garnacha y la cinsault (tintas). En cuanto a las especialidades culinarias, la Provenza se conoce sobre todo por su plato estrella, la ratatouille, similar al pisto, creado en un principio para que los agricultores locales aprovecharan las sobras de su cosecha estival. La Provenza también es sinónimo de aceitunas (y, por tanto, de tapenade), de bullabesa (un delicioso guiso de pescado) y de la refrescante ensalada niçoise.

© ©Marina Cavusoglu
Dónde alojarse
La Provenza ofrece un amplio abanico de alojamientos, desde campings a modestos hostales, así como lujosos hoteles frente al mar. Los centros urbanos de Aviñón, Arlés, Marsella y Aix-en-Provence proponen, por supuesto, más actividades, aunque los pueblos más pequeños, como Gordes, Saint-Rémy-de-Provence y L'Isle-sur-la-Sorgue, brindan una experiencia más pintoresca, la quintaesencia de la Provenza. Cassis, La Ciotat y Antibes prometen no defraudar a quienes busquen un acceso privilegiado a la costa, y Saint-Tropez a quienes prefieran la ostentación de la Costa Azul.
Actividades ineludibles en la Provenza
Además de disfrutar de generosas copas de rosado, la Provenza ofrece una gran cantidad de actividades interesantes. Entre nuestras favoritas, cabe destacar:
- visitar las gargantas turquesas del Verdon;
- correr por los campos de lavanda de Plateau de Valensole;
- tomar el sol en la playa de Garoupe, en Antibes;
- alquilar un barco y navegar por el Mediterráneo;
- comprar productos locales en uno de los numerosos mercados de la región;
- hacer senderismo en el Parque Nacional de Calanques, entre Marsella y Cassis;
- descubrir los viñedos locales en una serie de bodegas regionales;
- visitar el taller de Cézanne en Aix-en-Provence;
- maravillarse ante el antiguo teatro romano de Orange;
- perderse por las coloridas calles del casco antiguo de Aix-en-Provence.
¿Por qué visitar la Provenza en verano?
Aunque visitar la Provenza en invierno es una experiencia fabulosa (no hay nada como escapar del frío y refugiarse en temperaturas más cálidas y casas con chimenea), visitar esta región en verano te permitirá vivir todas las experiencias que la han hecho famosa. Como muchos de los pueblos y centros urbanos de la región se abarrotan de turistas en julio, te recomendamos viajar a finales de junio, finales de agosto o incluso principios de septiembre. Moraleja: mientras haya sol, vino rosado y puedas disfrutar de las delicias culinarias de la región, es una apuesta segura.
Cómo llevar el sabor de la Provenza a tu hogar
Aunque este verano no tengas previsto coger el próximo vuelo a la Provenza, disfrutar de los sabores de la región en tu casa es tan fácil como incorporar algunos de sus productos característicos a tu próximo aperitivo. ¡Es más fácil de lo que crees!
Primer paso imprescindible: el vino. Entre la oferta de vinos provenzales, vale la pena empezar por los rosados con la etiqueta Côtes de Provence o Bandol. El vino de la zona de Côtes de Provence se produce desde hace más de 2000 años y se aprecia en particular por la diversidad de suelos, microclimas y variedades de uva. Estos rosados pálidos son ideales para beber con amigos, especialmente para acompañar productos de temporada, lo que nos lleva al siguiente paso. Aliña unos tomates franceses de temporada con un poco de aceite de oliva de Baux-de-Provence y añade una pizca de sal marina para disfrutar un aperitivo sano y lleno de sabor.
Ambienta el encuentro con música francesa (busca «apéro playlist» en Spotify), carga el difusor con una mezcla de lavanda característica y, para el toque final, hazte con un juego de petanca barato. ¿Listo para viajar a la Provenza sin salir de casa?
Eat like in Provence...
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