Un Tour de Francia gastronómico para deleitar a tu paladar este verano

Por Teddy Minford

A partir del 1 de julio de 2022, los ciclistas invadirán Francia como cada año, abriéndose paso en las 21 etapas del Tour que surcan todo el país, desde Calais hasta los Alpes y los Pirineos.

Take Your Tastebuds on a Culinary Tour de France This Summer

Mientras los competidores pedalean sin descanso a través de viñedos y pueblos medievales, te invitamos a seguirlos desde casa y a regalar a tus papilas gustativas un épico Tour de Francia culinario. Para ello, hemos reunido las mejores comidas y recetas de los lugares que verás mientras vibras con la emoción de la carrera. Un compendio de lo mejor que pueden ofrecer estas ocho regiones de Francia. Desde Alsacia hasta Occitania, disfruta de este itinerario gastronómico por todo el país.

Altos de Francia

Este año, la carrera comienza en Dinamarca y se dirige a Francia para las etapas cuatro y cinco, que tienen lugar en Altos de Francia, la región más septentrional del país galo. Al compartir frontera con Bélgica, la comida de esta región tiene influencia flamenca. La quinta etapa del Tour comienza en Lille, sede de uno de los quesos más famosos de Francia: el Vieux Lille. Conocido por su intenso olor, el Vieux Lille se considera uno de los quesos más apestosos del mundo. El aroma acre que desprende es, según algunos, similar al del estiércol. Aunque sea tan apestoso que, supuestamente, esté prohibido en el transporte público de la región, su sabor es rico y complejo, con notas ahumadas y saladas. Este queso de leche de vaca no tiene corteza y se sumerge en salmuera durante tres meses durante el proceso de curación, lo que le confiere un sabor umami. Dado que se trata de un queso fuerte, la bebida con la que se acompañe también debe serlo, como la bière de garde local. Esta cerveza tradicional, cuyo nombre significa «cerveza para guardar», es oscura o ámbar de influencia flamenca, donde la cerveza es más popular en la mesa que el vino. Los agricultores elaboraban las cervezas durante el invierno y las almacenaban hasta el verano, lo que le deja tiempo para desarrollar un sabor fuerte y amargo.

© ©DAJ

Gran Este

Las etapas seis y siete del Tour de Francia llevarán a los ciclistas y a los espectadores por la región del Gran Este. En el Gran Este se encuentra Alsacia-Lorena, una región vitivinícola que se extiende a lo largo del Rin y es famosa por su riesling. Para degustar los sabores de la región, puedes optar por una deliciosa quiche lorraine, elaborada con bacon y gruyère, o mejor aún, por un sencillísimo muffin inspirado en esta receta tradicional. Si te atreves con una receta más abundante y complicada, te recomendamos el coq au riesling, un sabroso guiso de pollo similar al coq au vin, pero elaborado con un blanco riesling en lugar de vino tinto. Puede que los caldos de esta región no sean tan conocidos como los de Borgoña o Burdeos, pero siguen siendo bastante fáciles de encontrar en las vinotecas especializadas. El riesling, ligero y cítrico con un dulzor ácido, es perfecto para una cálida tarde de verano.

Borgoña-Franco Condado

La octava etapa del Tour de Francia nos lleva a la Borgoña, desde Dole hasta Lausana (Suiza). Esta región de Francia es uno de los destinos culinarios más famosos del país. Dijon, la capital de la región, es la cuna de la mostaza homónima y acoge a algunos de los restaurantes y chefs más conocidos de Francia. Borgoña también es famosa por su vino, sobre todo por el pinot noir y el chablis. Uno de los platos estrella de la región es el boeuf bourguignon, un rico y contundente guiso de carne de vacuno elaborado con zanahorias, cebollas y champiñones en salsa de vino tinto.

Los Alpes

En las siguientes etapas de la carrera, visitaremos los Alpes franceses, escenario de las etapas nueve a doce. El terreno es escarpado, rocoso e implacable, lo que supone un recorrido agotador para los atletas. En invierno, los Alpes franceses son un destino popular para los esquiadores y, en julio, incluso queda nieve en algunas de las altas cumbres. Los Alpes franceses, limítrofes con Suiza, son conocidos por sus copiosos platos con queso, como la Raclette o la Tartiflette, una receta a base de queso fundido sobre patatas y verduras. En las acogedoras cabañas de los Alpes, encontrarás restaurantes que disponen de un utensilio especial para derretir el queso raclette y servirlo sobre un lecho de patatas asadas, cebollas, salchichón y pepinillos.

  

Auvernia-Ródano-Alpes

Desde los Altos Alpes, la carrera continuará a través de la región de Auvernia-Ródano-Alpes para la etapa 13 de Le Bourg a Saint-Étienne. En esta región gala se encuentra la ciudad de Lyon, una de las mejores urbes gastronómicas de Francia, hogar de Paul Bocuse y de otros chefs con estrellas Michelin. Aunque los restaurantes de la región son conocidos por su increíble gastronomía con complicadas técnicas y recetas, algunos de los manjares más famosos de la ciudad son sencillos, como la rosette de Lyon, un tipo de salchichón curado, o la salade lyonnaise. Esta ensalada, elaborada con lechuga rizada y coronada con tocino y un huevo escalfado, es un básico de los restaurantes franceses de todo el mundo.

Occitania

Súmate a los ciclistas y a los espectadores en las etapas 15, 16, 19 y 20 por Occitania mientras recorren el paisaje mediterráneo en las estribaciones de los Pirineos. Esta región de Francia se conoce por el cassoulet, un sencillo y reconfortante guiso a base de alubias y salchichas. Se dice que el plato, originario de la ciudad de Castelnaudary, se inventó en la Edad Media durante la Guerra de los 100 Años, cuando un asedio a la ciudad dejó a sus habitantes sin acceso a alimentos. Para combatir el hambre, llenaban una olla con todo lo que encontraban —alubias diversas, pato, cualquier salchicha que tuvieran a mano— y lo cocinaban en el horno como un guiso, lo que les daba suficiente sustento para defenderse de la invasión.

Los Pirineos

Los Pirineos, región montañosa situada en la frontera entre Francia y España, acoge las etapas 17 y 18 del Tour de Francia. Mientras los ciclistas atraviesan los pueblos de montaña, los espectadores pueden deleitarse con las delicias de la región, como el paté de pato y el confit de canard. El confit de canard, rico y suculento, es un plato sencillo, cuya elaboración, sin embargo, requiere mucho tiempo. A falta de pato, también se puede sustituir por pollo. Aunque el paté de pato es más difícil de hacer en casa, se puede encontrar en tiendas especializadas en productos gourmet.

París

El Tour de Francia culmina en París, donde encontramos cocinas regionales de todo el país y del mundo. Sin embargo, la capital francesa tiene algo que es imposible copiar en cualquier otro lugar del planeta, por mucho que se intente. Quizá su contribución más apreciada a la cocina mundial sea la brasserie, el clásico restaurante francés. Para rendir homenaje a la última etapa del Tour de Francia, puedes recrear una brasserie francesa en tu casa o buscar el mejor bistró francés de tu ciudad (si tiene banquetas de cuero rojo, manteles blancos y espejos vintage, mucho mejor). Comienza abriendo el apetito con un plato de ostras y una copa de champán antes de deleitarte con un steak frites, el plato parisino por excelencia, que encontrarás en todos los menús franceses del mundo. Acompaña la comida con una copa de Burdeos, cierra los ojos y siente cómo te transportas a la mejor ciudad del mundo.

Colaborador

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