La expresión francesa de la semana
"Endulzar las fresas" significa sacudir como una hoja, especialmente a medida que se envejece

Sucrer les fraises

La comida gastronómica de los franceses

Reconocida en 2010 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO, la comida gastronómica de los franceses es una práctica social consuetudinaria que tiene por objeto celebrar los acontecimientos más importantes de la vida de personas y grupos, como nacimientos, matrimonios, cumpleaños, éxitos y reencuentros. Es una comida festiva en la que los comensales reunidos practican el arte del buen comer y del buen beber. La comida gastronómica subraya la importancia que tienen el hecho de sentirse a gusto juntos, el placer de degustar manjares y bebidas, y la armonía entre los seres humanos y los productos de la naturaleza.  

La compra de buenos productos, cuyos sabores combinen bien, el maridaje entre la comida y el vino, y la decoración de la mesa son componentes importantes de esta comida. 

Diversidad

La diversidad de los terruños, moldeada por tradiciones centenarias, ha dado lugar a prácticas gastronómicas únicas. Esta diversidad de suelos y condiciones climáticas ha permitido a Francia desarrollar una gran variedad de productos a lo largo de los años. El ejemplo más conocido es el del queso: Francia tiene muchos más quesos que días del año. En Francia hay cerca de mil quesos, de los cuales 54 poseen indicaciones geográficas.  

Esta diversidad también existe en los sectores del vino, la carne, el marisco, las frutas y las verduras, así como en la gama de productos transformados, con casi 3000 nuevos productos cada año a disposición de los consumidores. 

Calidad 

Gracias a una agricultura exigente y a una industria alimentaria de vanguardia, Francia cuenta con una producción alimentaria cuya calidad y seguridad se reconocen a escala mundial. Francia combina su larga tradición con la capacidad de innovar y ofrecer a los consumidores productos con un sabor y unas cualidades nutricionales excepcionales. En 1870, el Gobierno francés creó el Concours Général Agricole (CGA), que premia las mejores producciones agrícolas y de alimentos transformados de Francia.  

Gracias a su trazabilidad cada vez mayor, la industria agroalimentaria francesa también se mantiene al corriente de las expectativas de la sociedad, incluso en materia medioambiental y social.  

Estacionalidad de los productos

Las estaciones marcan el ritmo de los productos franceses, que gozan de mayor sabor si se han beneficiado de la temperatura y las lluvias adecuadas para su crecimiento. La gran diversidad de productos franceses permite que cada temporada ofrezca productos sabrosos que, además, tienen la ventaja de ser más respetuosos con el medio ambiente y el clima cuando son de temporada. Las verduras de invierno, como las coles o las zanahorias, los quesos de primavera, como el brie de Meaux o el crottin de Chavignol, elaborados con leche de los pastos en flor, el cordero o la ternera servidos en Semana Santa o las frutas maduradas al sol de la temporada estival son solo algunos ejemplos de los numerosos productos en sintonía con las estaciones. 

Terruños y autenticidad

La diversidad de los terruños, moldeada por tradiciones centenarias, ha dado lugar a prácticas agrícolas y gastronómicas únicas. Las indicaciones geográficas (IG) (denominaciones de origen protegidas (DOP) e indicaciones geográficas protegidas (IGP)) se crearon para proteger esta excepción: reconocen un estrecho vínculo entre el producto, el terruño y el conocimiento humano. Estos distintivos de calidad garantizan que el origen del producto le confiere unas cualidades específicas y aseguran que los consumidores no estén expuestos a fraudes ni a confusión. Otros signos de calidad, como la agricultura ecológica, garantizan las buenas prácticas de los productores. 

Cualificación y saber hacer

Francia es un país agrícola con una tradición y un saber hacer milenarios, que van desde la producción hasta la cocina, y han conformado en gran medida su cultura e imagen. Para perpetuar estos conocimientos y mantener la producción agrícola y agroalimentaria en el centro de su sociedad, el país ha establecido un sistema eficaz de formación agrícola desde la enseñanza secundaria hasta la superior. 

Cada año, se forman más de 200 000 alumnos y aprendices, desde la escuela secundaria hasta el certificado de Técnico Superior Agrícola. La enseñanza agrícola superior cuenta con 17 000 estudiantes en 18 centros públicos y privados, que forman a ingenieros, veterinarios, paisajistas, investigadores y profesores.  

Seguridad alimentaria 

En Francia y en Europa, el sistema de seguridad sanitaria es uno de los más exigentes del mundo. Producción, transformación, almacenamiento, transporte, distribución, importación, exportación. De la explotación a la mesa, todos los actores implicados son responsables de la seguridad de los productos que utilizan y ponen en el mercado. Más de 4500 funcionarios controlan las explotaciones agrícolas, los mataderos y la industria de transformación alimentaria, así como los supermercados, los restaurantes y los artesanos. 

Los controles vegetales se refieren a la buena salud de los cultivos y la utilización de productos fitosanitarios, y permiten garantizar el respeto de la normativa europea y nacional. 

En las explotaciones ganaderas, los controles abarcan la identificación de los animales, la alimentación, el uso de medicamentos veterinarios, el bienestar de los animales y el control de enfermedades. Para garantizar la trazabilidad de la carne, cada animal recibe un número único, un bucle de identificación en cada oreja y un pasaporte seguro. 

Agricultura y ganadería responsables 

La agricultura francesa mantiene un firme compromiso con la transición hacia la agroecología. La agroecología es un enfoque integrado de la agricultura basado en. Su objetivo es conciliar el desempeño económico, medioambiental, sanitario y social de las explotaciones. Lo llevan a cabo agricultores que desarrollan prácticas respetuosas con los recursos naturales, aplicando nuevos sistemas e itinerarios técnicos, reforzando así su autonomía y resiliencia. Cuenta con el apoyo de las autoridades francesas y europeas, que fomentan especialmente los enfoques colectivos y se apoyan en el mundo de la investigación fundamental, la investigación aplicada, el asesoramiento técnico y las ventajas de la enseñanza agrícola. La técnica de Protección Biológica Integrada, que utiliza insectos para combatir las plagas, o la certificación HVE (por las siglas en francés de «elevado valor medioambiental») en el ámbito vinícola son algunos ejemplos de ello. 

Alimentación y gastronomía sostenibles

La alimentación sostenible es un reto colectivo mundial y la industria alimentaria francesa se esfuerza por alcanzarlo mediante prácticas respetuosas con el medio ambiente y la lucha contra el desperdicio de alimentos desde la fase de producción.  

La política alimentaria del Gobierno francés tiene como objetivo promover la producción y elección de alimentos sanos y respetuosos con el medio ambiente, reduciendo al mismo tiempo las desigualdades en el acceso a una alimentación sostenible y de calidad. 

 

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Mantequilla de Poitou-Charente DOP
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