El aceite de oliva del Rosellón, una denominación de origen en ciernes

Jacqueline Reig produces remarkable olive oils at her farm, Moulin des Auxelles, in Bouleternère, southwest of Montpellier. She also leads a group campaigning for Roussillon olive oil to be awarded Appellation d’Origine Contrôlée status.

Roussillon olive oil: a budding appellation

Una larga tradición olivarera

¿Quién dice aceite de oliva dice Provenza? Es cierto que el cultivo del olivo está muy extendido en esta región, tanto a orillas del Mediterráneo como en el interior. Sin embargo, esta región no tiene el monopolio de la producción de aceite de oliva en Francia. La geografía y el clima del Languedoc y el Rosellón son también muy favorables. En el Rosellón, el cultivo del olivo es una tradición centenaria. En la década de 1880, antes de que la región vitivinícola se extendiera hasta reducir considerablemente la superficie plantada de olivos, el Rosellón era incluso la primera región productora de aceitunas de Francia. Hoy en día, aunque el aceite de oliva de este territorio no representa más que una gota en el océano a escala nacional, los olivicultores locales han decidido restaurar su reputación: desde 2009, está en marcha un proceso para obtener la denominación «aceite de oliva del Rosellón», que sus promotores esperan lograr en 2023 o 2024.

Una explotación comprometida

Desde 2013, Jacqueline Reig lidera la lucha como presidenta del sindicato para la AOC del aceite de oliva del Rosellón. Esta señora tan jovial vive con su marido, Jean, en Bouleternère, casi al pie del Canigou, la mítica cumbre de los Pirineos orientales. ¡La familia de su marido lleva aquí desde la Edad Media! Durante mucho tiempo, se consagró a la aceituna, hasta la desastrosa helada de 1956. Cuando se hicieron cargo de la explotación, Jacqueline y Jean se dedicaban a los melocotones y las nectarinas, antes de retomar la olivicultura en 1996, en plantaciones con una antigüedad de 300 a 400 años, sin riego. Estas, difíciles de trabajar debido a la imposibilidad de mecanización y a la altura de los árboles, dan unos frutos notables, que se recogen a mano y se prensan en un plazo máximo de 48 horas, tras una extracción en frío. Impulsados por su preocupación diaria por la calidad y su deseo de respetar el medio ambiente, Jacqueline y Jean han desterrado los herbicidas de su vocabulario. Entre otras, cultivan principalmente las variedades lucques para las aceitunas de mesa, la verdal, la olivière y la poumal.

Un aceite muy suave

¿Cuáles son las características del aceite de oliva del Rosellón? «Hay matices según los valles —explica Jacqueline—. Sin embargo, es frecuente encontrar notas de frutos secos, tomate, alcachofa e incluso frutos rojos en algunos de los aceites elaborados con la variedad courmeille. Uno de los rasgos propios de los aceites de oliva del Rosellón es también su dulzura». Esta dulzura es precisamente la que caracteriza los dos aceites de oliva absolutamente deliciosos de Le Moulin des Auxelles, uno elaborado solo con verdal, el otro, llamado «Roca Fountane», nacido de una mezcla de verdal, olivière y poumal. En el pequeño local de Jacqueline y Jean, un antiguo molino de aceite enclavado en la muralla medieval del pueblo, también se pueden adquirir olivadas, un magnífico vinagre de granada, así como el sirope de este pequeño fruto que también se cultiva en la finca, como la almendra o la cereza. Jacqueline se niega a elaborar aceites de oliva aromatizados, ya que prefiere los sabores naturales. Tampoco le gusta cocinarlos y prefiere aliñar sus platos después de elaborarlos, sobre todo el pescado y las verduras. Le gustan especialmente sobre el ceviche, la ensalada de fresas o los pasteles de chocolate... ¡Se nos hace la boca agua!