Visitamos el departamento de Lot-et-Garonne, en el sudoeste de Francia, para redescubrir a la reina de los frutos rojos. En la SCEA de Lussac, se produce con primor desde hace generaciones en el seno de un sector muy bien organizado. 

Strawberries, as told by the Mas family

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¡La fresa dio la vuelta al mundo! Según parece, esta fruta llegó a Francia en las bodegas de los barcos de pasajeros transoceánicos. La versión casi oficial de la historia es que el ingeniero naval Amédée-François Frézier trajo consigo unas cuantas plantas de un viaje a Chile que realizó en 1714. En la actualidad, el viaje de este fruto rojo hasta el plato comienza en Francia. Así pudimos comprobarlo en nuestra visita a la explotación de la familia Mas. 

© ©LOUIS-LAURENT GRANDADAM

Unos métodos cada vez más sofisticados 

La mayor parte del cultivo de fresas se encuentra en el suroeste, en la región de Ródano-Alpes y, en mucha menor medida, en Bretaña. En esta exquisita geografía, el mayor departamento productor de Francia no es otro que Lot-et-Garonne, no lejos de Agen. Es aquí donde la familia Mas cultiva estos deliciosos frutos rojos desde hace varias generaciones, en la SCEA (por las siglas en francés de «sociedad civil de explotación agrícola») de Lussac. A sus 22 años, Luc ha seguido los pasos de su padre, Xavier, y de su abuelo, Louis. En la época de este último, apenas existía el concepto del cultivo fuera del suelo, pero hoy en día, la mayoría de las fresas se producen de esta manera, en lo que también se conocen como «huertos verticales». El interés de este proceso reside en que el trabajo resulta menos arduo. La explotación de la familia Mas no es una excepción. «Bajo un gran invernadero y pequeños túneles, las fresas crecen en bandejas con un sustrato de fibra de coco —explica Luc—. La temperatura, la higrometría y los insumos se controlan mediante sensores, por ordenador. Además de cumplir los requisitos de las certificaciones HVE y GlobalGap, también aplicamos, por ejemplo, la recuperación del agua de lluvia a través de la cubierta del invernadero para regar la plantación, y hemos instalado 18 colmenas de abejorros bajo el invernadero para favorecer la polinización.» 

© ©LOUIS-LAURENT GRANDADAM

La famosa gariguette 

Por su parte, los Mas se han centrado principalmente en esta variedad y por una buena razón: cada año, en primavera, alegra temprano los puestos del mercado con su color bermellón mucho antes que las demás variedades. Junto con la ciflorette y la charlotte, la gariguette es una de las variedades más tempranas y más cultivadas en Francia. Por no hablar de su sabor ligeramente ácido, su textura tierna y sus otras interesantes virtudes: baja en calorías, rica en vitamina C y antioxidantes… Los amantes de este fruto la aprecian en particular de marzo a junio, antes de pasar a otras variedades como la mariguette, ligeramente crujiente, la charlotte, extraordinariamente perfumada y tierna, la mara des bois con sus característicos aromas amaderados, la clery, muy aromática, etc. ¡Hay para todos los gustos! 

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Un sector coherente, con referentes de calidad 

En Francia, la fresa se valora en virtud de diversos referentes de calidad. La familia Mas produce fresas Label Rouge, por ejemplo, cuyas especificaciones se refieren a la homogeneidad de la fruta redonda en una bandeja específica o al contenido de azúcar. «Tras recogerse primorosamente, las fresas se clasifican, se almacenan y se pesan antes de enviarse a una cooperativa local, que las vende con la marca Marmandise», explica Luc. Esta es tan solo una ilustración de que el sector de la fresa en el departamento de Lot-et-Garonne y en todas las zonas de producción francesas está perfectamente organizado para garantizar la sostenibilidad de las explotaciones, la buena salud del mercado y el placer de los consumidores. ¡Solo queda disfrutarlas! 

© ©LLD

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