Un pastel súper suave con frutas exóticas. Una verdadera delicia cuando está caliente. El sabor dulce y delicioso de los mangos franceses combina perfectamente con la piña.
Para maximizar el placer, ¡sírvelo con algunas frutas frescas!
Tiempo de preparación
30 mín
Ingredientes Para
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x 3
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100 g
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150 g
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1 Sachet (11g)
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x 1
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Preparación
1
Precalentar el horno a 180 °C
2
Pelar la piña y cortarla en rodajas de 2 cm de grosor. Pelar el mango y cortarlo por la mitad a lo largo del corazón. Cortarlo en cubos pequeños.
3
Derretir 50 g de mantequilla en una sartén caliente. Colocar las rodajas de piña y mango encima y espolvorear con azúcar moreno. Dejar que se caramelicen ligeramente.
4
Separar las claras de las yemas.
En un bol, batir las yemas con el azúcar hasta que la mezcla se vuelva blanca. Añadir la harina, la levadura en polvo y 100 g de mantequilla derretida y mezclar bien.
En un bol aparte, batir las claras a punto de nieve y añadir una pizca de sal fina.
A continuación, incorporarlas a la primera preparación.
5
Untar el molde con mantequilla y colocar las rodajas de fruta en el fondo.
Verter encima la masa. Incorporar la mitad de los trozos de mango a la mezcla. Reservar algunos para la presentación.
Hornear a 180 °C durante 20 minutos.
6
Desmoldar la tarta y colocar un poco de fruta fresca en el centro. ¡Disfruta!
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