Steak Tartare du Bistro

El origen del steak tartar

Cuenta la leyenda que los tártaros ya preparaban este plato tan emblemático (de ahí su nombre). Al parecer, las gentes de estos pueblos nómadas ponían la carne de caballo debajo de las sillas de montar para que se pusiese tierna antes de devorarla. Por suerte, la receta ha ido evolucionando hasta asentarse en los menús de todos los bistrós y brasseries franceses, donde a menudo se sirve con una mayonesa cremosa y patatas fritas crujientes. En la carta, suele aparecer junto a clásicos como las steak frites o el contundente boeuf bourguignon. En Bélgica y el norte de Francia, se conoce como filet américain y es típico acompañarlo con mayonesa.

Trucos para prepararlo y servirlo

Hay varias reglas fundamentales que debes tener en cuenta al cocinar el steak tartar: nunca sirvas la yema de huevo dentro la cáscara, ya que puede albergar bacterias; si puedes, prepáralo junto antes de comerlo para evitar que se oxide; y no piques la carne en exceso. Para lograr la textura perfecta y auténtica, muchos prefieren el tartar au couteau, es decir, cortado a cuchillo, una opción cada vez más popular en Francia. No dudes en echarle imaginación con las especias y los condimentos. La salsa Worcestershire y el tabasco son las opciones más habituales, pero ¿por qué no ponerle una pizca de pimentón de Espelette, un chorrito de aceite trufa o incluso una cucharada de tapenade, para darle un toque mediterráneo? Las posibilidades son infinitas, así que no dudes en experimentar y aportar tu toque personal.