

Simple y fácil de hacer, ¡pero agradecido en la mesa!
En una cazuela, freír los trozos de pollo con su piel en aceite hasta que queden doradas. Humedecer con vino y agua. Salpimentar. Tapar y cocinar durante 20 minutos a fuego medio.
Mientras tanto, pelar la cebolla, limpiar los champiñones y quitarles los tallos. A continuación, cortarlos por la mitad y reservar.
Derretir la mantequilla en una cacerola y freír la cebolla y los champiñones. Reservar.
Sacar los trozos de pollo de la cazuela y reservarlos en un plato. Reducir el jugo de la cocción a la mitad (unos 10 minutos), añadir la crème fraîche espesa y volver a reducir durante 15 minutos a fuego lento.
Calentar el pollo en la salsa de crème fraîche a fuego lento durante 5 minutos. Disponer el pollo en una fuente, cubrirlo con la salsa y decorarlo con los champiñones.
Servir con arroz blanco, pasta fresca o verduras de temporada al vapor.
Arbois blanco, Mâcon blanco, Chablis blanco, sidra DOP Pays d'Auge (enlace a la sidra).