Imagínese unos famosos castillos como Chenonceau o Chambord, y un largo río, el más largo de Francia, a cuyas orillas crecen plantaciones de viñedos. Le damos la bienvenida a la tercera región vitivinícola francesa de vinos con la denominación de origen vinos del Loira. Adentrémonos en el corazón de los terruños para descubrir los néctares blancos, rosados ​​y tintos que producen. 

Terroirs de Loire, at the heart of diversity_photo

Y a través de ellos discurre «un río» 

El Loira es el río más largo de Francia y serpentea por 1000 kilómetros desde el centro de Francia hasta el Atlántico. Sus suntuosos castillos renacentistas y sus paisajes hacen que resulte excepcional. El Valle del Loira ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Su viñedo de casi 70 000 hectáreas cuenta con más de 80 denominaciones diferentes. Como tercera región vitivinícola francesa de vinos de denominación de origen (por detrás de Burdeos y del Languedoc-Rosellón), también es el primer viñedo de vinos blancos con DOP (Denominación de Origen Protegida) y de espumosos (salvo el champán).
Los vinos del Loira se caracterizan por ser principalmente blancos y monovarietales. Son secos, dulces, licorosos o efervescentes. La industria del vino del Valle del Loira lo confirma: «es la región vitivinícola más diversificada de Francia», en cuanto a estilos de vino, geografía, geología y clima, y con 24 variedades de uva principales, de las cuales destacan 4: el Cabernet Franc en tinto, y el Sauvignon, el Chenin y el Melón de Borgoña en blanco. 

Además, todos los vinos del Loira tienen algo en común: la frescura en la que se desarrolla todo el viñedo.  

El Loira: 4 territorios específicos 

Gracias a sus 4 territorios y a sus numerosos terruños, la gama de vinos hará las delicias de todos los paladares.

En el viñedo de la región de Nantes, el rey es el Muscadet. Su variedad de uva es el melón de Borgoña, con aromas de cítricos como el limón y el pomelo, y con una fantástica vivacidad tanto en nariz como en boca. Los suelos de mica, esquisto y gneis añaden un toque salino a los vinos, reflejando la influencia oceánica de la región. 

Los viñedos de Anjou-Saumur y de Haut-Poitou se desarrollan en un clima semioceánico con suelos compuestos de esquisto, arcilla y toba. La toba es la piedra caliza emblemática de la región. Esta desempeña un papel fundamental a la hora de regular la humedad de los suelos y de aportar una mineralidad distintiva a los vinos. Y es precisamente en esta piedra en la que están construidas las bodegas troglodíticas que encontramos, auténticos laberintos, ideales para la vinificación y el envejecimiento de los vinos. 

En este viñedo, la gama de vinos es completa, ya que podremos degustar blancos secos, semisecos, dulces y espumosos, principalmente de Chenin, la variedad de uva emblemática del Valle del Loira. En cuanto a los tintos, el rey es el Cabernet Franc, con sus notas de frutos rojos maduros como la fresa, la frambuesa y la grosella. 

En Turena, el clima se vuelve oceánico y continental, y los suelos son entre arcillosos y de sílex, calizos y arenosos. Aquí es donde se alzan los majestuosos castillos de Chambord, Azay-le-Rideau, Chenonceaux y Chaumont-sur-Loire, construidos con la piedra de los reyes: ¡la toba! Los vinos blancos tranquilos se elaboran principalmente con Sauvignon Blanc y los vinos tintos con Gamay. Los espumosos se componen principalmente de Chenin y Chardonnay. 

En los viñedos del Centro Loira, las 2 estrellas son las denominaciones de origen Sancerre y Pouilly Fumé, con suelos arcillo-calcáreos, cretosos y de sílex, y un clima semicontinental. Su rey es el Sauvignon Blanc. En Sancerre, su paleta aromática se despliega en aromas de frutas blancas, como la pera, de cítricos y de frutas exóticas. Su asertiva mineralidad es el reflejo de la diversidad de los suelos de la denominación. En tintos, el embajador es el Pinot Noir. En Pouilly Fumé, la nariz huele a pedernal, típico de los vinos procedentes de suelos de sílex. 

 

En el viento 

En esta tierra de los reyes de Francia y de adopción de Leonardo da Vinci, los/las viticultores/as de vinos del Loira innovan y apuestan por una agricultura respetuosa con el medioambiente. Además, los hombres y mujeres de esta zona aseguran que: «Fue en el Valle del Loira donde la biodinámica dio sus primeros pasos». Lo que está claro es que, con esta gran diversidad de terruños, los vinos de esta región invitan a vivir grandes experiencias gustativas. 

La selección de Anne Schoendoerffer

Clos Cristal - Saumur Champigny -
Una legendaria cuvée de tinto obtenida con un método de viticultura atípico e innovador: el cultivo de vides que atraviesan los muros. ¿Su terruño? La toba. Su variedad de uva: el Cabernet Franc. Un vino excepcional con aroma de frutos rojos.

Pascal y Nicolas Reverdy - Sancerre - Terre de Maimbray
En este Sancerre, 100 % Sauvignon, todo está en su lugar: la finura, la textura y el (buen) carácter. La clave es el fruto y la mineralidad.

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